Sin bajar la guardia

 Sin bajar la guardia

Hablar del grupo granadino La Guardia es bucear en mis primeros recuerdos musicales de mi más tierna adolescencia. Siempre que me preguntan cómo empezó mi pasión por la música tengo que citarlos ineludiblemente porque hay una serie de discos que marcan tu vida a fuego y nunca puedes renegar de tus orígenes. 

He comentado más de una vez que el primer disco que solicité comprar explícitamente fue un recopilatorio de Hombres G. Corría el año 1987 y un servidor apenas contaba con once años. 

Posiblemente, haciendo memoria,  el segundo disco que fue enteramente mío fue "Descanso dominical" de Mecano a los cuales tuve la oportunidad de ver en directo allá por el año 1988 en un multitudinario concierto en el estadio Rico Pérez de Alicante. 

Entremedias, comenzaron las grabaciones que todos hacíamos de la radio rezando lo que sabíamos para que el locutor no interrumpiera el tema y nos fastidiara esa canción que apenas estábamos descubriendo. Tengo en  mi trastero varios cassettes de ese estilo titulados sin originalidad alguna "Canciones de la radio 1, 2, 3" y así sucesivamente. De esa forma, comenzamos todos a interesarnos  por la música a finales de los 80 y comienzos de los 90,  a forjar nuestros gustos musicales. 

Y claro, en mi pedestal absoluto lideraban los Hombres G pero había un grupo que tenía varias canciones que me encantaban y que fui recopilando de aquí y de allá para así darme cuenta de que si bien los G tenían la medalla de oro de mi amor musical había un grupo andaluz que estaba más que merecidamente en el segundo escalón del podium. 

Ese grupo se llamaba y se llama La Guardia y estaba y está liderado por el gran Manuel España.

Llamados al principio "La guardia del cardenal Richelieu' acortaron su nombre acertadamente para en 1982, comenzar a dar sus primeros pasos en su Granada natal. Si bien es cierto que esos primeros pasos no supusieron éxito comercial sí sirvieron para empezar una trayectoria que ahora, se antoja envidiable pero que entonces entre todo el maremágnum de grupos incipientes todavía no se adivinaba. 

Fue ya en 1987 y 1988 cuando dieron en el clavo y alcanzaron sus primeros éxitos eternos. Personalmente, me enamoré de sus "Mil calles llevan hacia ti" y constaté que ese grupo me iba a gustar para siempre cuando fueron dándonos sucesivas píldoras de ese su primer gran disco con repercusión comercial titulado "Vámonos".

Temas como "No habrá más tardes", "El mundo tras el cristal "o "Blues de la Nacional II" me sacudieron totalmente y se incorporaron en un puesto de honor a esas canciones de la radio que iba escuchando para determinar cómo iba a discurrir mi entonces iniciático e inocente gusto musical.

 Hubo en esa época muchas más canciones que me impactaron pero a fe de ser sinceros, fueron La Guardia los que me llegaron lo suficiente como para remover cielo y tierra y encontrar a alguien que me grabara su disco al completo. Por aquel entonces, para un chaval de doce o trece años comprarse un disco era casi un imposible y había que recurrir al ingenio para atesorar tus pequeñas y grandes joyas musicales. 

Cuando salió el segundo LP titulado "Cuando brille el sol" yo ya me sabía de memoria todo el primer disco y en un viaje mítico con toda la familia a Andorra me compré un disco que desde luego, confirmó todo lo que pensaba ya del grupo. 

La Guardia siempre estuvo ahí muy presente porque esa mezcla de rock, pop y country me llegaba directamente al corazón. Hablaban claro y sencillo, se les entendía y te identificabas con la temática de sus canciones.

¿Qué más le puede pedir a la música un chico de 14 años a principios de los 90? 

Esos dos discos son leyenda y cada canción es un trocito de mi adolescencia. Tengo muy claro que La Guardia forma parte de mí y cada vez que los revisito ya sea en concierto o escuchando sus canciones me vuelvo directamente a esos años. Con lo cual, lo puedo afirmar con todas las letras: siempre estarán entre mis bandas favoritas de siempre. 

Es cierto que tras esos dos primeros discos tan impactantes y tan exitosos tuvieron una bajada de cifras de ventas que culminó con su paréntesis como banda que abarcó de 1997 a 2003. 

Discos como "Al otro lado", "Contrarreloj" o "Acento del sur" no les llevaron a repetir su gran éxito alcanzado con esos dos primeros discos tan rutilantes. Pero ya quisieran muchas bandas tener la ocasión de tener dos discos completos tan redondos y tan certeros.  Esos dos LP's bien valen por toda una carrera.

Pero es que La Guardia se reinventó después de seis años de parón ya con nueva formación pero siempre con Manuel España como cabeza visible. Volvieron con un par de recopilatorios y un disco llamado "Sobre ruedas" en el cual recuperan su estado de gracia,si es que alguna vez lo perdieron. 

No hay nada como el paso del tiempo como para reafirmar tus valores. La música creada por el grupo siempre tuvo un eje country-rock que funcionó.  Y simple y llanamente, volvieron a hacerlo. Lo cual no es nada fácil. Renacer como grupo en décadas posteriores a tu éxito está al alcance de bien pocos elegidos. 

En ese disco, suenan temas como "Pequeña Lolita" ,"Día redondo" o "El penúltimo rock" que  captaron de nuevo mi atención para ya no abandonarles jamás. 

Siempre encuentro destellos de calidad y buen rock and roll en cada uno de sus discos más contemporáneos. Desde el año 2007 se han convertido en uno de los grupos de España que más conciertos ofrece anualmente con un récord de 150 actuaciones en 2022, casi nada. Lo diré siempre, si La Guardia llega a mi ciudad o si tengo oportunidad de verlos no me lo pienso ni me los pierdo. 

Porque como decía antes, escuchar sus canciones me transporta, me llena de nostalgia y me eleva a la categoría de adolescente por un buen rato. Me sé todo su cancionero mítico de arriba a abajo y sigo incorporando en mi propio repertorio en AMS al menos 3 temas de sus brillantes canciones, que nunca deja de corear nuestro publico. La Guardia nunca falla , nunca me abandona y siempre me acompaña.

Y ellos nunca bajaron la guardia de la emoción hecha canción. Gracias eternas.