De perfil anguloso y mirada esquiva

 DE PERFIL ANGULOSO Y MIRADA ESQUIVA


Antonio Vega tuvo una vida complicada. Por todos es sabido y él nunca escondió sus fantasmas y sus caídas al infierno.

No es de lo que trataremos aquí, no es en absoluto el legado que ha dejado.

Su obra musical es tan sublime que todo lo demás debería importarnos poco. 

Antonio vivió su vida como quiso vivirla y punto, no nos corresponde a nosotros juzgarle.


Ya en su más tierna juventud demostró tener dotes musicales sobradas para juntarse con su hermano Carlos o con amigos tales como Emilio Aragón o Eduardo Benavente y esbozar los primeros intentos de proyecto musical que finalmente fructificaron al unirse a un proyecto que ya estaba iniciado.

Su primo Nacho se había unido con unos amigos (Carlos Brooking, Jaime Conde y posteriormente Ñete) y ya estaban ensayando con Uhu Helicopter, uno de esos tantos grupos de la primera hornada de lo que después sería la Movida Madrileña. 

La incorporación de Antonio (ligeramente más mayor y más experimentado) confirió al grupo una prestancia y eficacia que resultó decisiva en estos primeros pasos.

De una broma interna de ese grupo de amigos jugando a ser músicos surgió el nombre  que posteriormente y en la actualidad, es sinónimo de elegancia, buen hacer y sobre todo, canciones pop que han resultado eternas. 

Pero no precipitemos eventos. Por el momento estos Uhu Helicopter" viraron su nombre a  Nacha Pop y empiezan a dar pequeños pasos adelante liderados por los dos primos Vega.

Uno más introvertido y experimentado musicalmente y otro un auténtico volcán a punto de erupcionar, una combinación que resultó perfecta desde el principio, magia y precisión.

El colegio de ambos primos, el Liceo Francés de Madrid dio a la Movida varios músicos y grupos tales como los Nacha o Mario Tenia y los Solitarios entre otros, y fue un lugar de encuentro libre de muchachos ávidos de comerse el mundo, que se les ofrecía en un momento clave tanto histórico como musical.

Y al contacto con otros músicos y amigos que frecuentaban los mismos lugares (como el famoso pub Pentagrama) y ambientes se fue fraguando un nuevo movimiento musical que abanderado por Tos, Pegamoides, Paraíso, Mermelada o los propios Nacha Pop iban haciéndose un hueco en radios , bares, colegios mayores y otros epicentros comunes de un Madrid que claramente hervía y que se moría por transgredir y trascender.


Los Nacha, según muchos de sus compañeros de generación, eran de inicio los mejores y sonaban muy bien desde el principio. En ese momento, nadie tocaba ya la guitarra como Antonio Vega, un muchacho de mirada huidiza pero con un magnetismo que irradiaba ya en esos primeros momentos un aura especial.

Por supuesto, impresionaron con su buena ejecución musical en el famoso y fundamental concierto tributo a Canito, el malogrado y genial primer batería de sus amigos del grupo Tos (posteriormente Los Secretos).


Pero es que además, tuvieron el privilegio de ser teloneros de dos bandas míticas del panorama internacional como fueron Siouxsie y The Banshees y los legendarios Ramones. Cuentan las crónicas que pese al evidente salto estilístico que suponía telonear a bandas de corte punk los Nacha salieron de esas dos pruebas de fuego reforzados y con el respeto de una amplia mayoría de los críticos y habituales de los eventos del momento.


Posiblemente, sólo les faltaba la canción que las ubicara en la vanguardia del movimiento. Y esa canción surge en Valencia, allí donde fue destinado Antonio para hacer el servicio militar. Otros sitúan su origen en la madrileña Plaza de Olavide y es que de "Chica de ayer" se han contado mil historias. Es difícil saber quién fue la chica de ayer de Antonio y cómo surgió exactamente aquel tema que se convirtió y aún hoy sigue siendo santo y seña del pop español. Lo que sí sabemos de cierto, es que Antonio contó en alguna ocasión que estaba haciendo la "mili" en Valencia y que un día disfrutando de un permiso en la playa de la Malvarrosa, le surgió la inspiración y nació una canción de la que aunque en ocasiones quiso escapar, se convirtió en su tarjeta de presentación y su catapulta a la eternidad.

Pasarán los años, las décadas y quizá algún siglo pero "Chica de ayer" será siempre recurrente para echar la vista atrás y saber qué se estuvo cociendo en aquellos años post dictadura.

Tras una muy buena colección de canciones de debut y discos posteriores tales como Buena disposición (1982), Más números, otras letras (1983), Dibujos animados (1985) o El momento (1987) sellaron su despedida con dos memorables conciertos en la Sala Jácara que dieron lugar al ya mítico concierto de despedida "Nacha Pop 80-88", una recopilación en directo de todos sus éxitos acumulados en esos 8 años de trayectoria.

Esas dos noches sonaron entre otras muchas éxitos tales como "Grité una noche" , "Nadie puede parar ", "Atras"," Solo del caribe " , " Vístete", " Cada uno su razón' y como no, las sempiternas "Chica de ayer" o" Una décima de segundo".

De ese disco tengo recuerdos imborrables ya que me pasó algo inaudito, ya que lo compré porque lo vi en una tienda y simplemente me llamó la atención la portada y me lo llevé ,así de extraño y de genial fue mi primer acercamiento a los Nacha Pop . 

Me gusta pensar que esa portada y ese nombre estaban destinados a ser uno de los grupos de mi vida y desde las estanterías de la tienda el propio disco me habló al subconsciente para que empezara por fin a conocerlo y apreciarlo.

Lo juro, me sonaba el nombre pero no conocía al grupo y me llevé el disco por mera intuición. No me falló, escuché ese directo mil y una veces hasta saberme cada palabra.

Y aprendí a valorar al grupo en su totalidad.

Hoy escribo sobre Antonio Vega pero no se puede explicar su carrera posterior sin su paso por los Nacha.

En ocasiones, escucho injustamente hablar de que el verdadero y único genio del grupo es Antonio y se denosta la aportación de Nacho, Carlos o Ñete. Y por supuesto que Antonio fue y será siempre uno de los mayores talentos musicales de este país pero no por eso hay que desmerecer e infravalorar a los demás.

Y sobre todo hay que poner en su verdadero valor la fuerza, las ganas, el talento y su parte de liderazgo a Nacho García Vega, por derecho propio también uno de los grandes iconos de la historia del pop rock español. 

Más de una vez he leído críticas a su decisión de seguir actuando actualmente bajo el nombre de su grupo de toda la vida. Y no es que tenga derecho a ello, eso es tan incuestionable que ponerlo en duda es de necios, es que personalmente pienso que es una bendición saber que aún se puede escuchar con uno de sus líderes al frente a los Nacha Pop en la actualidad, que su tremendo repertorio siga vigente. Todos las hemos versionado en alguna ocasión así que, ¿quién mejor para interpretar su cancionero que ellos mismos? Por muchos años, Nacho, agradecimiento eterno.

Tras la disolución del grupo siempre dejaron como decía una de sus aclamadas canciones, las "Puertas abiertas" para volver. Aunque eso no se produjo hasta casi veinte años después.

Por el momento, en 1988 tomaron caminos divergentes.

Carlos Brooking, parte fundamental de los Nacha con su equilibrio y su fantástico bajo acompañó a Nacho en un nuevo proyecto musical llamado "Rico" que tuvo fortuna dispar pero que también dejó temas para el recuerdo tales como la fantástica "Suerte".

Mientras, Antonio tardó algo más en emprender un camino en solitario con su disco "No me iré mañana" de 1991. Pero por supuesto no dejó indiferente a nadie.

Desde entonces y aunque de manera irregular en el tiempo fue desgranando todo su arsenal de canciones llenas de esa mezcla entre la mística, la emoción e incluso con referencias a aspectos científicos y del cosmos más que increíble. 

Nunca nadie consiguió un equilibrio parecido, un auténtico ejercicio de misticismo emocional que hizo realidad una leyenda que no dejó nunca de crecer.

Canciones entre muchas otras como "Se dejaba levantar", "Tesoros", "Anatomía de una ola", "Esperando nada", "Lo mejor de nuestra vida", "De seda y hierro", "A trabajos forzados" o "Estaciones hicieron que sus fans esperarán con verdadero ansia cada una de sus nuevas creaciones.


Mención aparte tienen temas como "El sitio de mí recreo" o "Lucha de gigantes" (aún editada en la ultima época de los Nacha).

Esas dos canciones ya valen toda una carrera. Todos tenemos un sitio de nuestro recreo al que acudir cuando nos sentimos perdidos o simplemente queremos disfrutar de nuestros momentos más felices o más sentidos. Antonio supo plasmar ese sentimiento y todos nosotros nos apropiamos de esa sensación. La primera vez que la escuché fue en la película "Bailame el agua" y ya salí del cine sabiendo que iba a ser una de las canciones de mi vida. Así fue para siempre.


Y qué decir de "Lucha de gigantes" la emocionante combinación entre ciencia, mística y sentimiento a flor de piel más extraordinaria en un tema escrito en castellano, una obra de arte  de una altura estratosférica tal que no puedes creerte que salga de una mente y un corazón humano.

Pero sí, salió de una persona tan extraordinaria como fue Antonio Vega. Es oír  esos primeros rasgueos de guitarra y trasladarte a otro mundo, un mundo sólo al alcance de un genio al que puedes intentar imitar pero que es completamente inigualable.

Y es que Antonio Vega tenía un duende dentro que era irresistible para sus fieles seguidores. Imponía un respeto prácticamente reverencial en sus directos. 

No sabría deciros en cuántas ocasiones pude tener la suerte de verlo en directo, a Dios gracias muchísimas.Y en todas ellas, el público contenía la respiración con un silencio que nunca he percibido con ningún artista.La idolatría con la que lidiaba era normalmente respetuosa y hacía clamar de emoción cada una de sus apariciones, cada fin de cualquier canción que interpretara era una celebración de la música.

Y llegando al 2007 y tras muchos años de espera se produjo el esperado retroceso de los Nacha Pop. Se lo debían a su público y a ellos mismos.Siempre me prometí que allá donde se produjera ese primer concierto de reencuentro allí estaría yo.

Fue en el festival "Músicos en la naturaleza" en la abulense Sierra de Gredos. 19 años de espera valieron la pena, es uno de los conciertos que más he disfrutado en mi vida, un sueño cumplido.

Y allí me ocurrió una de las cosas más bonitas de mi vida como músico y compositor. Estaba en el camping contiguo al recinto de conciertos y se oía a lo lejos la voz de Antonio Vega haciendo la prueba de sonido para el concierto de la noche. No sabré nunca qué me empujó a coger la guitarra y en especial circunstancias personales y casi del tirón con la voz de Antonio resonando entre las montañas compuse una de las canciones de mi repertorio que más me gustan y de las que más cariño guardo.

Dice la canción en una de sus estrofas: "Y a lo lejos suenan los Nacha, pero no paro de pensar en ti ( "Y aún aquí te busco", Amiga Mala Suerte). Y es que sí, reencontraba la voz de seda de Antonio mientras me prestaba a sus musas por un instante para que yo hiciera que ese viaje lleno de sentimientos encontrados valiera la pena. O al menos eso es lo que me gusta pensar.

En sus últimos años Antonio nunca dejó de ofrecernos pinceladas de genialidad.

A su hermoso y nostálgico reencuentro con Nacho con su grupo de siempre se añadió un precioso disco dedicado a la memoria de Marga del Río, su compañera sentimental desaparecida en esos tiempos. 

Pone los pelos de punta ese despedida, esas "3000 noches con Marga" su último disco de estudio antes de seguir enfrascado en una gira interminable en la que nunca dejó de sorprendernos con su pericia en la guitarra y su voz envolvente.

La última vez que vi a Antonio Vega fue en la Sala Stereo de Alicante.

Allí por el mero gusto de tocar la guitarra acompañando a su inseparable Basilio Martí y su proyecto "Yuri Gagarin Trío" desgranó todo su arsenal de punteos elegantes y precisos que siempre le acompañaron.

Ese día, me firmó aquel disco que me habló desde la tienda, aquel que lo empezó todo para mí con respecto a los Nacha Pop y Antonio Vega. Tras la firma en el camerino me crucé con él en la misma puerta de la sala y me salió del alma darle un abrazo y desearle lo mejor.

No olvidaré nunca su figura saliendo de la sala y yendo lento hacia el aparcamiento de La Lonja donde tenía su vehículo aparcado. Lo seguí ávidamente con la mirada queriendo retener ese momento y queriendo parar el tiempo. Esto fue en noviembre de 2008. Ahora, cuando paso por allí no puedo dejar de mirar aquella acera donde lo vi por última vez. Allí voy a veces cada 12 de mayo, a buscarle de nuevo. Y siempre lo encuentro.

En mayo de 2009 llegaban noticias preocupantes de su salud y yo tenía la casa llena de guitarras, ordenadores y demás utensilios de grabación porque estaba inmerso en la creación de un nuevo disco de mi grupo.Precisamente una de las canciones que integraron el disco de AMS fue la que compuse en Gredos. Y en esos días preocupado inmensamente por las noticias compuse " Quédate " mi canción dedicada a Antonio Vega fruto del inmenso miedo que llevaba encima temiendo que llegara la fatal noticia. 

Pero la noticia llegó dos días después de hacer la canción. Era 12 de mayo de 2009 y ahí se le paró el corazón no sólo a él, sino a todo el pop español, a todos los que hemos sabido apreciar y valorar tener la suerte inmensa de haber coincidido en este planeta y en la misma época que el gran Antonio Vega.

Dicen que Antonio Vega se murió, qué va, eso es imposible. Cada vez que suena su voz vuelve a estar vivo donde nada muere, en el corazón de todos nosotros. Allí sigue vivo eternamente y así va a seguir siendo siempre. Eterno, Antoñito Vega.


Pd: No me perdonaré nunca haber perdido mi única foto junto a Antonio Vega en los camerinos de la Casa de Cultura de Bullas (Murcia). Maldita tecnología de cámaras digitales que me borró una instantánea que ahora tendría enmarcada en mí salón.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El Hércules y la flauta de Bartolo

El Hércules, un bonito recuerdo

La Barraca popular de Campoamor ,esa utopía