Revólver: un tiro al corazón

 El día que un "Revólver" me acertó de lleno en el corazón. 


En ocasiones, en la vida, algo inesperado te lleva a un nuevo rumbo  y sin darte cuenta vas conformando tus gustos musicales. O por lo menos, es lo que me ocurrió a mí. Tras muchos años de "G-mania", el ocaso del nuevo siglo trajo a mí vida un vacío musical que, si bien no duró demasiado tiempo, era bastante preocupante. 

Por supuesto, siempre estuvo la posibilidad de mirar atrás y seguir con mis gustos (que en todo caso nunca abandoné) pero al cumplir mis 20 años, los Hombres G se habían separado y el resto de grupos que me gustaban estaban en un segundo plano, tras años de ebullición ochentera.

Con 20 años, un servidor era estudiante de 2º de Historia en la Universidad de Alicante y, aunque no fui yo nunca de estudiar de continuo y sí de apurar plazos, más de una vez tuve que plegar mis ganas festivaleras y currar con batallas, biografías o datos históricos. 

Y cuando las cosas se ponían ya feas y llegaban las temidas semanas de exámenes me iba a la biblioteca del Postiguet dispuesto a encerrarme allí todo el día para resumir, esquematizar y empollar todo en tiempo récord. O más bien a destiempo, ya que se ve que siempre me gustó la emoción, el suspense y sobre todo, el temor a una enorme calabaza pendiendo sobre mi cabeza tras semanas de pensar que ya habría tiempo de estudiar. 

Las hago "spoiler": conseguía casi siempre capear el temporal y sacar mis ansiados y casi milagrosos aprobados.

Pero no todo iba a ser memorizar, y en los ratos de resúmenes interminables casi siempre acababa por ir a la fonoteca. Y me buscaba un disco de vinilo para escuchar mientras datos y más datos históricos bullían mi cabeza. No recuerdo por qué elegí un día el "Revolver Básico". Lo que sí sé es que me cambió la vida. Guitarras acústicas, historias cercanas con las que me podía identificar, una voz certera y que te enganchaba o  temas de desamor que te retrataban. Carlos Goñi me disparó con su "Revolver" directamente al corazón.

Y ya no me costaba tanto ir a estudiar, porque ahí estaba el disco de vinilo,el disco Básico de Revolver. Lo escuché mil veces allí, y luego, evidentemente, me lo compré en formato CD para seguir disfrutando desde casa. Y por supuesto, me hice con sus discos anteriores y empecé a indagar sobre ese tipo que tan bien me comprendía en ese momento. Se convirtió en referente para siempre, y nunca dejé de considerarlo uno de los grandes del pop-rock en castellano. Dicen algunos que es el Springsteen español. A mí me gusta Springsteen, pero si un día tocan ambos a la misma hora, me voy a ver a Carlos, lo tengo clarísimo. 

Para mí, supuso el salto necesario para poder pasar a un pop rock distinto al que había escuchado hasta entonces. Tendió el puente perfecto para unir a los Hombres G con Los Secretos, por ejemplo. Y a partir de ahí, tirar de un hilo que estoy convencido nunca hubiera sido igual sin ese disco, sin esas canciones, sin el genial Carlos Goñi.

Nacido en Madrid pero criado en Alicante, en el barrio de Los Ángeles, tuvo su primer proyecto musical aquí en nuestra ciudad (el grupo en cuestión se llamaba Garaje) para, con el tiempo, saltar a Valencia y fundar Comité Cisne, su primer grupo con alguna repercusión comercial.

Atrás quedaron sus años en Alicante, con sus sueños musicales y hasta algún deportivo, ya que jugó al balonmano en esa espectacular cantera que siempre fue el colegio Agustinos, donde Carlos estuvo matriculado durante toda su infancia y adolescencia.

Es cierto que resulta innegable su vinculación con Valencia, y que desde allí se proyectó al resto de España tras crear Revólver, pero a mí me gusta pensar que Carlos Goñi es uno de nuestros, un alicantino universal. De las cientos de veces que lo he visto tocar recordo muy especialmente dos en días consecutivos, en el pub Desdén de Campello que cerraba sus puertas en esos momentos, en el que afirmó que hoy sí tocaba en casa, que su madre vivía a pocos metros de allí. 

Ese mismo día le hice una pequeña entrevista para mí incipiente programa musical de radio (titulado entonces y hoy "Aunque tú no lo sepas", emitido otrora en directo en Radio Escavia, Castellón). Fue un honor poder compartir esos momentos de radio y música con él esa noche, con mi grabadora en mano y la playa de Campello a nuestros pies en una noche espectacular. 

Ha escrito cientos de canciones y me ha tocado el alma en tantas ocasiones, que nombrar "Tu noche y la mía", "San Pedro", "Mi rendición", "Calle Mayor", "El Dorado" o "Faro de Lisboa" me parece demasiado poco para alguien que, estoy seguro, ha escrito la banda sonora de muchos de nosotros. 

Yo, cuando pienso en Revolver, Carlos Goñi, me veo con unos cascos, un vinilo, la fonoteca de la biblioteca del Postiguet, 20 años y una montaña de apuntes que resumir. 

Y no tengo otra que ponerme de pie y agradecerle todo lo que me dio musicalmente ese disco. Quizás se lo debo todo, todo mí bagaje musical. 

Me podrá gustar algún grupo más que Revólver y a partir de ahí todo fue tirar de un hilo. Pero de ese hilo, si echas hacia atrás, está el "Básico" de Revólver, hito en mi vida, sin lugar a dudas. Nunca un revólver disparó con tanta precisión e hizo tanta mella en alguien. Gracias eternas, Carlos Goñi.



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